FOTOLIBERTAD 2011.

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REPRESIÓN DICIPLINARIA Y DISCRIMINACION EN LA ESCUELA
Por Francisco Guzmán
Con tanta ilusión había esperado Yancui el momento de ingresar a la preparatoria de la UdG en Arandas.  Pero hoy al llegar de la escuela se tiró a dormir. Ni siquiera bajó al comedor. Mi mujer y yo sabemos que a nuestro hijo le da por dormir cuando está deprimido. Días anteriores nos había contado el problema que le afectaba.  Desde el primer día la maestra Nancy Isabel García García que imparte el taller de Comprensión de la Ciencia, le había advertido que si para la próxima clase no se presentaba con el pelo recortado le iba a negar la entrada.
Es la onda emo, eso de echarse el pelo crecido encima de la cara. No le veo nada de malo, al fin y al cabo son adolescentes que están buscando su propia identidad. Pero le aconsejé que de todos modos un corte no le vendría mal. Finalmente me hizo caso, fue a la peluquería; más que nada porque de veras le interesa quedar bien. Sin embargo, la maestra de la UdG se portó severa, cual si fuera la dama de hierro,  peor que Margaret Thatcher, juzgó que aun le faltaban algunos centímetros a ese corte de cabello para que Yancui tuviese el derecho a  cruzar el umbral de su clase.  
Es por eso que hoy regresó triste a casa.  No se explica en qué afecta a esta maestra la apariencia personal de un alumno. ¿Será que también ella entró a la onda de odiar a los emos? Algo tan elemental: ¿qué tiene que ver la forma como me visto, o mi corte de pelo, con mi inteligencia y mi desempeño como alumno? Dices maestra que es el reglamento, y claro, seguramente dirás que fueron los mismos padres de familia quienes lo aprobaron. ¿Acaso no es la familia una de las principales instituciones represoras en la sociedad? Yo sólo sé que vengo a ti para aprender, para ver qué me puedes enseñar. Y tú me dices que las personas como yo, que usan el pelo largo, no te merecen.  Me decepcionas. ‘No te quiero ver en mi clase’. Me echaste del aula.   No sé en dónde aprendiste tu profesión. Tal vez no encontraste oportunidades en el campo laboral y te conformaste con dar clases en una prepa. Quizás ya olvidaste que alguna vez fuiste adolescente y hasta es posible que hayas intentado de joven ser diferente, vivir tus propios sueños, ser libre; pero el uniforme que te impusieron en la escuela te caló bastante. Creo que todavía lo llevas puesto.  ¿Tú sabe lo que para mí significa traer el pelo como yo he elegido?  ¿Sabes lo que me significa la música de los Beatles? Claro, no lo sabes. Para ti el asunto es simple: si quiero entrar a tu aula debo presentarme con el corte de pelo que tú elegiste para mí. Es tu decisión sobre la mía. Porque para ti no soy una persona que pueda tomar decisiones. ¿Así que te especializas en comprender la ciencia?, pero eres incapaz de comprenderme a mí. 
Eso es lo que Yancui tal vez diría. Pero no es así como él suele expresarse, ni es la manera como arregla sus cosas. El se deprime y duerme largas horas. Luego se despierta y toca la guitarra. Estará decepcionado de la escuela, es natural. El pensaba que al salir la secundaria ahora sí ingresaría a un sistema escolar diferente, o que al menos no encontraría represión. El debería saber que la escuela es sólo un mercado de calificaciones, donde al final te acreditan con un papel. Lo que importa es que no des problemas y que cumplas con el reglamento. Te van a estar evaluando de acuerdo con tu capacidad  de ser transformado en un ente socialmente adaptado. Si algo hay de espontaneidad en ti, si algo posees de creatividad, la escuela se encargará de extirparlo.  Te transformarán en un ciudadano, es decir en un zombi capaz de aceptar una vida mediocre y un empleo de a medio pelo; te hablarán de la patria y de elecciones democráticas, mientras tú ves como aumentan las desigualdades sociales.
Como padre de familia, me pregunto qué autoridad moral, qué derecho ampara a la  maestra Nancy  a decidir la manera en que mi propio hijo debe verse. Estamos tan habituados a que las instituciones pisoteen nuestros derechos. ¿Pero no es acaso esta una preparatoria dependiente de la UdG? Aquella universidad que en mis tiempos de estudiante era la universidad roja, es decir de ideas socialistas; y no usábamos uniforme y acudíamos a las marchas en protesta contra el imperialismo yanqui. ¿Dónde quedó todo eso? ¿En qué momento las tendencias conservadoras permearon la ideología de la UdG?
Pecaré de ingenuo, es sólo que pensé que la represión por ser joven era cosa de otros tiempos.  Hoy más que nunca se pregonan los valores, el respeto y la tolerancia para quienes eligen formas alternativas; dicen que existe la libertad religiosa y que hoy los integrantes de la comunidad gay pueden legalmente contraer matrimonio, incluso se ha llegado a tolerar que los testigos de Jehová se abstengan de participar durante los homenajes a nuestro lábaro patrio, pero la represión sigue existiendo en el ámbito escolar. En algunos casos la escuela sigue siendo una cárcel, una institución retrograda en donde mediante la materia de Formación Cívica y Ética nos implantan en el cerebro los hipócritas valores conservadores; eso de que lo importante en esta sociedad es el exterior y que debido a tu apariencia no habrá quien te dé empleo así con el pelo largo, como si fueras un vago o un delincuente; que como te ven te tratan.
Bien, ante esta disyuntiva, es probable que Yancui finalmente decida, [no por propia voluntad claro sino por la de la maestra Nancy García], cortarse el pelo. Yo como padre sufro, porque también he tenido que soportar en su momento las intransigencias del sistema escolar.
Yancui es un muchacho tierno y sensible, es un ser pensante y crítico. El problema, según yo lo veo, es que él no pensó encontrar en una prepa de la UdG discriminación y falta de libertad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias! Valiente amigo...los padres siempre callamos ante todas las perversas injusticias que se viven en todas las escuelas y esta directora desde el inicio demostro su ambicion y su autoritarismo, deberiamos los padres investigarla, ella debio ser politica como su sucia dirigente elba ester gordillo pues es igual de ignorante a ella y los padres y madres no nos dejaremos. Gracias Maestro Abel y que pase un feliz dia del padre, que bien merecido lo tiene.