FOTOLIBERTAD 2011.

FOTOLIBERTAD 2011.

OCOTELULCO no.1 BOLETIN

                                   
 TLAXCALLAN A 13 JUNIO DE 2011.                  EDITORIAL
POR LOYOLASA
    En este mes de Junio presentamos una versión digital del número uno, del Boletín Cultural e Informativo del Museo y Zona Arqueológica de Ocotelulco, publicada e impresa originalmente el 1 de Julio del 2005.  A cuatro días de concluir los trabajos de mantenimiento y decoración de tan importante museo de sitio, que tengo el gusto y el honor de haber coordinado en forma general , y haber sido el Presidente del Comité de empleo temporal a través del INAH y SEDESOL Tlaxcala.  Sea esta pequeña publicación un mínimo homenaje a tan importante sitio arqueológico que cumple 21 años de haber abierto al público su museo de sitio, a donde ahora están volteando muchas miradas, de investigadores, estudiantes y especialistas. Toda la captura del boletín corrió a cargo de Rodrigo Espejel Cosme, aquien le agradecemos su participación. Aprovechamos para invitar a quien guste compartir textos o imágenes referentes a nuestro sitio Ocotelulco.
La vida es la mejor escuela. No cabe la menor duda, decía el oso perezoso: “No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni hagas malas que parezcan  buenas.”
 Preocupado y consternado por los tiempos que les están tocando a mis hijos y sobre todo por los últimos acontecimientos en la escuela primaria Emiliano Zapata, donde imparto un taller de Iniciación al Dibujo y  Pintura Artísticos, y donde actualmente los padres elaboramos un proyecto para incorporarlo en el próximo ciclo escolar, mediante la normativa de la SEP en todo el país de la formación de Consejos Escolares, algo que actualmente es manejado de manera oscura e ilegal por parte de la directora y el comité actual de padres de familia, he decidido publicar en esta edición de Tlaxcallan 13 una carta que mi amigo el Escritor Francisco Guzmán le envió a una maestra de Ciencias en una escuela preparatoria en Arandas Jalisco, porque estos hechos son aplicables en cualquier lugar del país en estos días, y porque hace años Fraguz vivió en Tlaxcala, donde estudio para maestro de telesecundaria, y tuvo premios estatales, regionales y  un nacional representando a Tlaxcala, en presentaciones teatrales y porque hoy con su autorización les dedicamos el y su servidor Loyolasa este escrito-carta-realidad-ficción a los maestros y padres de familia de la escuela Emiliano Zapata de la Loma Xicohtencatl Tlaxcala.   Esperamos tocar su conciencia un poquito, pues la ética dudo que la conozca un poco la directora, quien ha demostrado no tener la mínima vocación de tan importante tarea que es educar a niños.  Gracias y esperamos comentarios.

                                                                  

Editorial
A mediados del siglo XIX la naciente sociedad mexicana inquietas por descubrir sus raíces volteo el rostro al antiguo pasado prehispánico. En el encontró héroes y culturas cuya importancia habían quedado registradas en documentos, historias y leyendas, pero poco quedaba, en apariencia, de la cultura material de aquellas sociedades. Fue entonces que exploradores, estudiosos y aventureros se dieron a la tarea de encontrar rostros de ellas, recorriendo los territorios en los que habían fundado sus pueblos y después buscaron las huellas de su paso histórico. Esta inquietud perduro hasta mediados del siglo XX cuando ahora recorriendo el país en ferrocarril o empleando el caballo o mula en lugares poco accesibles, estos viajeros continuaron buscando las huellas del pasado prehispánico. Después ha sido el estudio del pasado prehispánico el que ha motivado a conocer más de cerca las antiguas culturas precortesianas. El caso de Ocotelulco no constituye una excepción referente a la manera en que han sido visitados y estudiadas estas antiguas culturas. Visitas con curiosidad en un principio otras con testimonio ignorado de un pueblo donde se gestaron epopeyas heroicas, el lugar ha sido visitado con curiosidad histórica y por interés académico.
Su mención en diversas fuentes históricas ha atraído al curioso que busca encontrar los elementos culturales que testimonien aquellas fabulosas narraciones de los conquistadores y su pasado, ellos mismos han enriquecido la visión que se tiene del sitio.
El boletín que hoy sale en su primer número, tiene la pretensión de mostrarnos el asombro de todos aquellos que han llegado al lugar. En sus páginas  en ocasiones nos encontraremos con crónicas de conquistadores, de frailes y con otras elaboradas por viajeros ocasionales y con los descubrimientos que se dan en el cotidianamente. 
En nuestra portada:   
Ilustra en nuestra portada una bella pieza cerámica encontrada accidentalmente en el año de 1998 como parte de una ofrenda mortuoria y que fue recuperada durante una excavación efectuada para derribar y posteriormente arrancar las raíces de un árbol de pirú que estaba a un costado de la calle siete de junio del pueblo de San Francisco Ocotelulco.


                                                                                                              INAH//fotolibertad   2011
Se encontraron además huesos largos y fragmentos de una mandíbula humana.
 Una exploración arqueológica realizada en el mes de septiembre del año 2002 y a fines del 2004, ha dejado ver que en el lugar se efectuó un gran ritual en torno a una estructura prehispánica en donde fueron enterrados individuos a los que se les ofrendaron niños partes de cuerpos humanos y diverso objetos rituales entre ellos la copa policroma.
La pieza consiste en una copa con cuerpo curvo convergente y soporte cónico con una altura de 5.06cm.por un diámetro de 8.5cm está decorada en su exterior en policromía en la que destaca una frondosa planta de maíz que muestra un bulbo, flores y una mazorca de granos grandes sobre un fondo de color anaranjado. El soporte de la copa tiene una franja de color blanco sobre el que destacan unos diseños en Z  de color café. El interior está pintado en color rojo pulido. Temporalmente corresponde a los años que abarcan el periodo comprendido entre 1450 y 1500 después de Cristo.
Actualmente se encuentra en exhibición en una de las vitrinas del museo del sito junto a una escultura de piedra que representa a Tlaloc, el dios de la lluvia; un fragmento policromado perteneciente a una vasija grande que muestra a la diosa Matlacueye, también una deidad de la lluvia y de las aguas terrestres, nadando entre el caudaloso torrente de un rio. En la vitrina también se muestra algunos de los objetos arqueológicos que fueron hallados depositados como ofrendas en el contexto arqueológico de la cual procede la copa, como unas cuentas esféricas de piedra verde, una figurilla femenina en el mismo material que representa a la diosa Chalchiutlicue y dos bezotes de obsidiana con forma de tambor.

                                                            CONACULTA – INAH
OCOTELULCO
Boletín cultural e  información del museo y zona arqueológica de Ocotelulco
                         Año 1 No.1julio- Diciembre de 2005



En este número:
Editorial
En nuestra portada
Los altares policromos de Tizatlan y su asociación con los acontecimientos históricos del siglo XV en la región tlaxcalteca.

José Eduardo contreras Martínez
Tizatlan uno de los señoríos prehispánicos tlaxcaltecas que las fuentes históricas de la segunda mitad del siglo XVI caracterizan como uno de los mas importantes en la región, en el momento final del periodo prehispánico, ha sido explorado a lo largo del presente siglo y el hallazgo de sus altares policromados aconteció en 1925, asi como la presencia continua de cerámica cholulteca temprana en estratos próximos a los correspondientes a la etapa colonial han hecho que esos descubrimientos sean atribuidos a algunos siglos anteriores con respecto al momento de la conquista.
En efecto noguera en 1954 escribió que la presencia continua  de cerámica cholulteca temprana  en el lugar y la a usencia de cerámica de tupos posteriores sugiere la existencia de una ocupación durante el posclásico temprano y un abandono posterior. Sin embargo, el investigador deduce que esta suposición es incorrecta y no precisamente desechada  por el quehacer arqueológico, si no por los datos históricos que  narran que Tizatlan era un pueblo ocupado en el momento que arribo Hernán Cortes con sus huestes a la región central tlaxcalteca  el 23 de septiembre de 1519.
Así hasta fechas recientes  los profesores Ángel García Cook y Leonor Merino Carrión (1991), siguen aceptando que es durante el siglo XII D.C. cuando fueron hechos los altares policromos de Tizatlan.
Por otra parte, en los meses finales de 1990 fueron encontradas dos esculturas policromadas en terrenos del pueblo de San Francisco Ocotelulco, un sitio próximo a Tizatlan. El estilo pictórico de las estructuras policromadas de ambos estilos son similares, sin embargo las de Ocotelulco han sido reportadas como pertenecientes temporalmente al principio del siglo XV D.C.
El presente trabajo hará algunas observaciones con base en los datos que recientemente se han obtenido en excavaciones realizadas tanto en Tizatlan como en el vecino sitio de Ocotelulco dentro del proyecto arqueológico intitulado “los cuatro señoríos”. Se pretende hacer ver que tanto las pinturas murales de Tizatlan como las de Ocotelulco no corresponden a un periodo tan temprano como hasta hoy se tiene considerado, si no que fueron hechas durante el siglo XV D.C, y que en el aspecto histórico son expresión de un momento de importantes cambios socio-políticos, económicos y que indudablemente se reflejaron en el aspecto ideológico.
Los altares policromos de Tizatlan:
En el año de 1925 vecinos del pueblo de San Esteban Tizatlan, llevaron a cabo excavaciones sobre un montículo que se encontraba aproximadamente unos treinta metros enfrente de la iglesia del pueblo. Intención era localizar el palacio de Xicohtencatl. La excavación hizo evidente la presencia de un pequeño teocalli o templo del que se distinguieron tres sucesivas ampliaciones. Perteneciente a su etapa constructiva más antigua son los dos altares descubiertos en ese año. Ambos tienen forma de prisma  rectangular y sus dimensiones son, los del altar. A 1.8 M de largo, y 1.12 M de anchura y 0.37 M de altura. El altar B tiene dimensión similar y solo varia en la longitud que es de 10 CM más larga.
Los altares muestran en tres de sus costados ( el este y sur ) aplicaciones pictóricas de gran importancia cultural e iconográfica.
En efecto, la variedad y complejidad de los diseños que están en los altares, además de la destreza y calidad mostrada en ellos, han permitido que apartir de entonces fueran comparados con los elementos pictóricos que se encuentran
En los códices del grupo Borgia. De esta manera Alfonso Caso nos dice…
“la analogía es tan extraordinaria que podemos pensar que fue una misma cultura la que produjo los tezcatlipoca de Borgia y el de las pinturas de Tizatlan. Otras analogías… establecen un parentesco indudable entre los manuscritos del grupo Borgia y estas pinturas”
En el altar A, Caso distingue entre otros elementos pictóricos, los siguientes.
En el costado sur a las deidades tezcatlipoca y  tlahuizcalpantecuti y atrás de este ultimo una serpiente de cuyas mandíbulas brota al golpe de un cuchillo de pedernal, una corriente de serpientes. En los costados este y oeste observo cráneos y corazones con ojos y boca, manos con las uñas pintadas en azul y el pulgar doblado, así como un símbolo que Caso dice es difícil de identificar  ya que se trata de un anillo rojo que circunscribe interiormente un anillo azul decorado con puntos negros y cortado transversalmente por una faja con los colores del chalchihuite. Arriba y debajo de la faja de símbolos descrita con anterioridad, se aprecian dos fajas angostas como cuerdas o mecates

En el altar b en el costado sur distinguió una escena central en la que un personaje femenino con tres pechos nada dentro de un recipiente que contiene agua. Flaquean la escena un tigre y un águila. Identifico además las representaciones de tezcatlipoca Tepeyolotli y de Quetzalcóatl o Xólotl, la representacion de otras deidades de las que no logro descubrir su identidad. Por otro lado identifico en este costado de la estructura el sector izquierdo del rostro de un tigre asi como un Caracol marino.
En los costados este y oeste observo la presencia de manos, espinas estilizadas de maguey cubiertas de sangre, corazones humanos, axoyatl y alacranes.
La pintura mural de Ocotelulco     
En el año de 1990 en las terrazas localizadas al norte de la iglesia del pueblo de  San Francisco Ocotelulco, se localizo y exploro entre otras estructuras arquitectónicas la correspondiente a un pequeño templo prehispánico. Pertenecientes a su etapa constructiva más antigua, la cual se ha situado entre los años de 1400 D.C y el 1450 D.C., son dos sobre estructuras policromadas las cuales son una banca y un altar y que formaron parte del recinto  ceremonial que estuvo ubicado en la cima del templo.
La banca tiene 8 M de longitud y presenta a lo largo de su sección vertical de 47 CM de altura, cráneos humanos manos cortadas corazones y aros de coloración roja atravesados en su interior por un hueso largo y un globo ocular el altar se encuentra adosado a la parte media de la banca y presenta en sus costados este, oeste y sur diseños policromados entre los que se distinguen ocho “xiuhcoatl” o serpientes de fuego las cuales perecen estar descendiendo entre corros de sangre. Círculos y franjas en negro y blanco son el entorno que enmarca a estos diseños.
En el costado sur del altar, se distingue una escena central enmarcada por numerosos cuchillos de coloración en rojo y blanco. En dicha escena yace de canto sobre un brasero el dios conocido como cuchillo negro de pedernal. Entre la boca abierta del personaje se distingue el rostro de de tezcatlipoca, una del cual es una advocación. Una serpiente de dorso negro decorado con anillos en rojo y amarillo circunda a la escena antes descrita.
DIBUJOS REPLICA SOBRE   ALBANENE  DE  PEDRO CAHUANZI
En el nivel anterior al altar se aprecian bandas en color azul sobre las cuales están círculos concéntricos en blanco y rojo pudiendo tratarse de todos estos elementos de las franjas celestes con sus ojos estelares, debajo hay otros elementos verticales en negro y blanco sobre los que están círculos en amarillo, rojo, azul y otros mas grandes en color blanco. Los diseños verticales en blanco y negro son plumas  de ave probablemente de águila o codorniz las cuales se les vinculaba con el sol y los círculos de colores son representaciones de borlas de papel y algodón.
La cerámica de Ocotelulco y Tizatlan.     
Durante las excavaciones arqueológicas realizadas tanto en Ocotelulco como en Tizatlan a principio de 1990 y fines del 1991, se recuperaron numerosos tiestos y piezas cerámicas policromadas. Esta cerámica se recolecto en un porcentaje considerable ya que constituye aproximadamente el 20% del material extraído en las exploraciones. Entre los diseños que se han podido distinguir, están principalmente los relacionados con el sacrificio humano habiendo creado inclusive composiciones rituales de gran significado, tal y como es el caso de un plato donde un personaje vestido de ave rememora a los guerreros que en la guerra morían y que después iban a morar a la bóveda celeste donde acompañaban al sol en su diario recorrido. En otros fragmentos recuperados de este tipo de cerámica observamos representaciones de cabezas decapitadas de gurreros de venados y codornices; además de representaciones de águilas, jaguares, cuchillos ensangrentados, manos cercenadas, corazones, anillos concéntricos, cráneos y huesos humanos, espinas de maguey, chalchihuites, escudos, bandas celestes, ojos estelares rostros y personajes antropomorfos en actitud diversa. Todos estos diseños aparecen en copas, vasos y vasijas de gran tamaño principalmente, aunque hay algunos ejemplares en platos, cuencos y cajetes.
Esta cerámica se encuentra en contextos estratigráficos que corresponden al periodo comprendido entre 1400 y 1500 D.C y está asociada a otros tiestos cerámicos de la fase tardía de Tepeaca y con la Azteca III, la cual fue producida durante todo el siglo XV.
La situación histórica de Tlaxcala durante el siglo XV.     
La mayoría de los diseños policromos que encontramos tanto en las pinturas murales asi como en la cerámica de los sitios arqueológicos de Tizatlan y Ocotelulco, tienen un significado que se vincula con el sacrificio humano y con el auto sacrificio los cuales fueron el sustento de rituales sangrientos ofrecidos a deidades guerreras y entidades astrales, asociados con una sangrienta ideología religiosa y además tuvo matices culturales que la relaciona con otras sociedades prehispánicas vecinas a la región tlaxcalteca. Algunos de estos rasgos tales como los corazones, manos, círculos. Cráneos, huesos cruzados y cuchillos, se identifican en ciertos diseños plasmados en los códices del grupo Borgia y en piezas escultóricas mexicas, como el cuauhxicali de Moctezuma encontrados hace algunos años y en la representacion de la diosa coatlicue descrita desde el siglo XIX por Antoni de León y Gama.
Esta  correspondencia de rasgos si la situamos en el momento histórico en que parecen haber sido hechas, nos indican situaciones particulares sobre la forma en que se conceptualizo el mundo sobre natural  para afrontar los entonces nuevos tiempos en la región de Tlaxcala.
En este contexto, si bien ha sido muy estudiado el universo religioso mexica y se le ha caracterizado por ser una sociedad que modifico profundamente las dimensiones del sacrificio para así preservar la continuidad del cosmos y la tierra, denotando de esta manera la situación divina que este pueblo tuvo a lo largo del periodo en que realizo su expansión imperial. Parece que en Tlaxcala ocurre también una transformación ideológica en un sentido similar y que esta relacionado con acontecimientos de tención política y militar que se suscitaron en la región del valle poblano-tlaxcalteca a lo largo del siglo XV.
En efecto, aunque algunos de los sitios del bloque Tlaxcala empiezan a conformarse hacia el siglo IX D.C y otros mas lo hacen algunos siglos después, fue durante la segunda mitad  del siglo XIV D.C cuando los asentamientos que constituyen el bloque, reciben la inmigración del grupo chimeca Poyahuteca. Este grupo provino de dos grutas de inmigración ya que una parte el contingente mayor   partió de Poyahutlan  y se fue hacia la provincia de Chalco y ahí atravesó la sierra nevada para salir al valle de puebla-Tlaxcala. El segundo contingente se fue por el norte pasando por la provincia de tullanzinco y Quauhchinanco, se dice que por no haber querido subir y atravesar las serranías y puertos de la sierra nevada y el volcán de Ameca macan.
   Estando ya en el valle poblano-tlaxcalteca, algunas gentes del primer contingente, fueron a probar a la gran ciudad de Cholula.
Los otros llegaron a la región de Tlaxcala a fines del siglo XIV y está marcada por hechos violentos ya que echaron por la fuerza, por la guerra a los pueblos que hasta entonces estaban asentados en la región según Torquemada estos chichimecas.
(Que entraban matándoles un grande y famoso capitán que los regia y gobernaba, llamado Colopechtli el cual muerto acordaron todos y desampararon el lugar y se fueron huyendo hacia la parte del norte con sus mujeres e hijos…      
Los chichimecas entonces hicieron su asiento en la inexpugnable sierra llamada Tepeticpac. Fue allí y debido a la inestabilidad política que vivía la región tlaxcalteca, que los huexotzincas entablaron una sangrienta guerra contra los recién llegados Chichimecas resultando victoriosa la gente de este último grupo.
Unas ves pacificada la región Tepanecatl Quanez primer señor de Tepeticpac cedió la mitad de su reino a su hermano llamado teyohualminqui el cual fundo el señorío de Ocotelulco. La descendencia de este personaje se mantuvo durante tres generaciones y su ultimo descendiente murió asesinado por la gente que se había rezagado en Cholula y que recién llegada a Ocotelulco, usurpo el poder.
La gente que estableció en Tizatlan fue producto de la separación que un grupo hizo al bajar de Tepeticpac para fundar al señorío de Ocotelulco. En efecto fracción de este comandados por Xayacamachan Tzompane poblaron en un valle llamado Teotlalpan. Tzompane murió asesinado poco tiempo después por causa de las envidias que causo la prosperidad y el crecimiento de su grupo.
“Hecho este atroz caso, paso el señorío, del sitio de Teotlalpan al barrio y cabecera que hoy se llama Tizatlan”.
En Quiahuixtlan se estableció un grupo de Chichimecas que habían tomado la ruta por Tullanzinco y Quauhchinanco unas ves que salieron de Poyahutlan. Fueron Mizquitl su primer señor en la región de Tlaxcala.
Las crónicas históricas refiere la genealogía de los señores tlaxcaltecas Chichimecas a partir del momento en que se posesionaron de cada una de las cuatro cabeceras. Los antecedentes históricos acerca de los dirigentes anteriores son poco conocidos hasta ahora.
El establecimiento de los Chichimecas en Tlaxcala, trajo consigo guerras, venganzas y asesinatos como hemos visto, lo que explica en parte su temperamento guerrero, pero además trajeron consigo una ideología militarista orientada al culto solar y al sacrificio humano que giro en torno al dios Camaxtli. Esta ideología religiosa fue en gran parte tomada y desarrollada desde aquellos tiempos en que los Chichimecas Poyahutecas fueron vecinos y tuvieron convivencia con los pueblos del valle de México los que ya a mediados del siglo XIV D.C, eran gente guerrera  y con una religión en extremo sangrienta.
Uno de estos grupos eran los mexica y sobre ellos Conrad y Demares han escrito que uno de los factores que desarrollaron de manera significativa para sustentar su dominio sobre diversos pueblos y culturas de Mesoamérica, fue la religión. En efecto, parece ser que a partir de independizarse del yugo de Azcapotzalco, el pueblo mexica llevo a cabo una serie de modificaciones en sus rituales y en sus concepciones religiosas.de esta manera, la permanencia del cosmos se finco en el aspecto religioso, en la fortaleza del dios Huitzilopochtli, el cual según su concepción, necesitaba de la sangre y el corazón humano para sobrevivir. La escala del sacrificio humano la llevaron a efecto a niveles sin precedentes hasta el grado de institucionalizar la guerra sistemática como medio para adquirir victimas.
La guerra a lo largo del siglo XV D.C., no fue concebida, como el enfrentamiento humano sino como el reflejo del combate supra terrenal entre las deidades patronas de los pueblos en conflicto.
Así a lo largo de todo el siglo XV la mayoría de los pueblos de Mesoamérica tuvieron como enemigo principalmente a la sociedad mexica y a su sanguinaria religión. Es en este contexto histórico que la sociedad tlaxcalteca manifiesta rasgos culturales que permiten suponer que son una reacción a dichas circunstancias por principio diré que camaxtli la principal deidad de la región tlaxcalteca tenia a principios del siglo XIV atributos de deidad guerrera ya que en los días que se le festejaba se le colocaba una máscara, una rodela y una lanza con casquillo de pedernal. El camaxtli tlaxcalteca era un dios solar equivalente al huitzilopochtli del los mexica y su ofrendo principal era el corazón y la sangre humana de los guerreros sacrificados obtenidos en los enfrentamientos que los tlaxcaltecas hicieron con pueblos enemigos. El sacrificio humano en Tlaxcala se desarrollo también a lo largo de siglo XV a niveles considerables aunque no equiparables con las ofrendas mexicas además un dato interesante es el hecho de que en el momento de llevar a efecto una batalla el primer guerrero capturado y sacrificado en honor a camaxtli se le daba el nombre de “hijo del sol “.
A nivel institucional también se reflejaron estas profundas concepciones militaristas vinculadas con el sacrificio humano qu8e se desarrollo a lo largo del siglo XV. Así hacia el año de 1460 D.C. algunos tlaltoque tlaxcaltecas pactaron con principales de México y Texcoco las llamadas “guerras floridas”, que 9iban dirigidas o obtener el campo de batalla a los guerreros que después serian inmolados como ofrenda y alimento de los dioses. Así la religión fue quizás la base institucional  que fundamento esta sangrienta ideología y que se reflejo en toda la vida social. Debido a ello no es extraño que Bernal Díaz del Castillo escribiera que en la provincia de Tlaxcala observo lo siguiente.
“y luego vinieron los papas de toda la provincia, que había muchos por los grandes adoratorios que tenían, que ya he dicho que entre ellos se dicen cues, que son donde tienen sus ídolos y sacrifican”
Esta descripción nos deja entrever la magnitud como se llevo a cabo todavía aa principios del siglo XVI, el sangriento sacrificio humano en Tlaxcala. De esta manera no dice que…
“(los sacerdotes )., traían vestidos algunos de ellos ropas muy largas a manera de sobrepellices y eran blancas y tenían capillas en ellos… y los cabellos muy largos y engreñados, que no se pueden esparcir  si no  se cortan y llenos de sangre que les salía por las orejas, que en aquel día habían sacrificado y abajaban las cabezas, como a manera de humildad cuando nos vieron y traían las uñas muy largas; y oímos decir que aquellos papas tenían por religiosos y de buena vida”
Este aspecto sangriento y sucio se debía a que llevaban a cabo la actividad ritual del sacrificio humano, así nos los hace saber un cronista tlaxcalteca.
“había papas, no porque el nombre de papa fuese sumo sacerdote, sino como los más viejos sacerdotes y aquellos que sacrificaban a los hombres quedaban tan ensangrentados y ellos eran pesimos y sucios”.
A un nivel mas amplio, la difusión de esta sangrienta ideología, tuvo su soporte en la cerámica policroma tipo códice la cual fue manufacturada en la localidad tlaxcalteca y en la pintura mural cuyas muestras encontramos en Ocotelulco y Tizatlan.
De esta manera, los altares policromos de Tizatlan parecen no corresponder a una etapa tan temprana como la propuesta hasta ahora, sino que al igual que la pintura mural de Ocotelulco, son parte de un momento histórico decisivo para la sociedad tlaxcalteca prehispánica la cual comienza a fines del siglo XIV y se desarrolla a lo larg del siglo XV  para continuar hasta el momento de la irrupción histórica de la conquista en el área de Mesoamérica.   
                                                       CONACULTA – INAH
DIRECTORIO
Sari Bermúdez
Presidente del consejo nacional para la cultura y Las artes

Rest. Luciana Cedillo
Director general del instituto nacional de antropología e historia

Dr. Cesar Moheno Pérez
Secretario técnico del INAH

Arqlga. Laura Pescador
Coordinador nacional de arqueología

Arq. José Enrique Ortiz L.
Coordinador nacional de museos y exposiciones

Sabino Yano Bretón
Director del centro INAH Tlaxcala

Etnóloga Laura Guzmán
Directora del museo regional de Tlaxcala

Arqlgo. José E. Contreras
Responsable editorial.


                                           



1 comentario:

Anónimo dijo...

Maxter! eres un pionero en estos menesteres...felicidades! muy buena idea ...muy original, ojala que tu espacio no pierda esa chispa contestataria y que bueno que evidencies a esa "maestra" chafita. tu echale ganas como siempre y que dios te bendiga.